Actualizado: 21 de mar de 2021
En el año 1976 nació CAN BORRELL, un restaurante único en su género, situado en la maravillosa comarca de la Cerdanya, macizo montañoso pre-pirenaico que, junto a las maravillas naturales de su entorno, tiene la peculiaridad de poseer dos bellos lagos, “Malniu” y “els Engorgs”.
La idea de la creación de CAN BORRELL nació de mi padre, Jaime Guillén, gracias a mi descubrimiento del pueblecito de Meranges un fin de semana en las vacaciones de Semana Santa de 1975. Mi padre y mi madre, Lola Pijoan, decidieron retirarse a Meranges, y consiguieron transformar una vieja masía en un sencillo restaurante agradable y acogedor.
Mi madre era una mujer ejemplar que amaba la cocina y la realizaba con mucha dedicación. Consciente de la importancia de la cocina catalana que había aprendido, quiso mantener en las mesas de su restaurante sus platos típicos catalanes y yo me incorporé al equipo unos años mas tarde, introduciendo nuevas ideas en la cocina y aportando platos creativos de aquella tierra, como sopa de ortigas, carpaccio de setas (ceps), ensalada de espinacas silvestres y delicias de limón, entre otros.
Mi padre consiguió, en muy poco tiempo y a pesar de estar ubicado en un lugar distanciado y de difícil acceso, lo que para unos era un sueño imposible, una quimera; situar CAN BORRELL a la altura de grandes restaurantes.